Ideas para entrenamientos de Benjamines (Balonmano)

¡Hola a todos!

Esta semana volvemos con ideas para entrenamientos de benjamines. Bajo nuestro punto de vista, de las mejores etapas de aprendizaje por ese cerebro tan plástico que tienen los niños. Digamos que los jugadores se encuentran en una etapa o periodo sensible, donde la plasticidad es un hecho innegable. Crear neuronas y conexiones específicas en estas edades ayudará adquirir ciertos movimientos y comportamientos que resultan más difíciles de alcanzar en etapas más avanzadas con un cerebro menos plástico.

Una vez dicho esto, comenzamos con la presentación de los ejercicios y los motivos por los cuales hemos decidido los mismos.

Para calentar a nosotros, particularmente, nos gusta comenzar haciendo cualquier tipo de juego que pueda trabajar una habilidad general o, incluso, específica de nuestro deporte; pero desechamos la idea de realizar un calentamiento donde se corre a lo ancho del campo haciendo cualquier movimiento de calentamiento sin conexión con los compañeros. De hecho, en categorías de mayor edad “terminamos por copiar” el calentamiento de un compañero entrenador en el que se usaban las bandas y diagonales del campo para realizar carrera continua, trote con rodillas arriba, talones atrás, movimientos de brazos…, y, además, en las diagonales todos los jugadores y jugadoras debían chocarse la mano y alentar a sus compañeros/as. Nos parece una forma muy original de calentar que además le da un plus de trabajo o contacto de equipo.

Mientras terminaban de llegar los niños, para evitar que estén parados esperando al resto, les pedimos que cogieran un balón cada uno. Debían comenzar a botar con la mano dominante, con la no dominante e ir cambiando de manos cada X número de botes. Posteriormente, nos dimos cuenta de que el agarre de balón les cuesta una barbaridad a la mayoría, sobre todo cuando llega desde alto o tienen que coordinarlo con un salto. Por lo que al toque de silbato debían de lanzar el balón hacia arriba y cogerlo a la vez que daban un salto, el énfasis de este ejercicio estaba en la forma de agarrar el balón: evitar poner las manos en cuchara por debajo sino tener la iniciativa de agarrar el balón y que las manos se situaran en la parte superior del mismo.


Variante: lanzar el balón muy alto e ir a coger el balón del compañero más cercano; lanzar el balón alto, dejar que de un bote, pasar por debajo del balón y agarrarlo antes de que se produzca el segundo bote; dejar caer el balón y agarrarlo antes de que toque el suelo… Hay un sinfín de variantes con las que jugar al comienzo de las sesiones y con las que se puede trabajar el manejo y agarre de balón.

El primer juego de calentamiento fue el “típico” conseguir X pases y marcar punto recibiendo el balón entre las puertas de conos que estaban situadas a lo largo de la pista (un total de 4). Este juego tenía como objetivo dos cosas: el transporte de balón, mediado por pases, movimiento sin balón y búsqueda de compañeros desmarcados que cumplieran el objetivo del juego, y, defensivamente, proteger las porterías, posteriormente incluso recuperar el balón.


La primera idea era realizarlo por parejas pasándose el balón sin opción de bote y con 3 defensores fijos. De esta manera el balón es tocado constantemente por todos los integrantes y todos tienen ese objetivo de buscar punto. Lo que sucedió en esta sesión es que no tuvimos jugadores suficientes por lo que variamos el ejercicio un poco. El equipo atacante estaba formado por 5 integrantes y había 3 defensores para las 4 puertas.


Como variantes: 1. al comienzo del juego si el defensor tocaba al atacante con balón había “cambio”, el atacante se convertía en defensor y viceversa, pero fue un poco “caos”. Todavía no están preparados para el cambio de rol tan rápido, por lo que la opción más adecuada fue dejar a los defensores fijos y trabajar por “tiempo” (cada grupo de defensores 2-3 minutos de trabajo). 2. La segunda variante se centró en la defensa: si los defensores tocaban a los atacantes con balón estos debían de comenzar los pases desde cero antes de “marcar punto”, pero ahora, además, podían robar el balón, lo que sumaba puntos a la defensa; el juego tomaba un aspecto más competitivo en el que la defensa que se esforzaba más por querer ganar. 3. Por último, el número de pases previos a marcar el punto iba aumentando, al comienzo fueron 4, luego 5 y, finalmente, 6. Para próximas sesiones comenzaremos con un mayor número de pases que irá en aumento con el paso de los días de trabajo.

El segundo juego/ejercicio estuvo centrado en los desplazamientos defensivos y la posición defensiva.

Trabajo por tríos donde dos atacantes se pasan el balón con el objetivo de tocar la espalda con el balón al defensor, mientras que los defensores debían desplazarse rápidamente sin dar la espalda en ningún momento a los atacantes, es decir, manteniendo siempre en su campo visual al atacante con y sin balón. Se trabajó por tiempo controlado 1-2 minutos cada defensor.


Variante: una vez que conseguimos que los jugadores se desplacen con movimientos defensivos hacia atrás buscamos que tengo un poco de iniciativa. Ahora pueden robar el pase, de hecho, si lo consiguen van sumando puntos, al igual que el ataque los sumará si consigue tocar la espalda del defensor. Aquí comienzan a trabajar con las distancias: si están cerca del atacante sin balón y pueden robar el pase o si deben desplazarse rápido para evitar que le toquen la espalda y poder controlar a los dos atacantes.

El tercer ejercicio que realizamos estaba centrado en la parte ofensiva. 2 x 1, en el que los atacantes debían pasar si el defensor les tocaba cuando tenían el balón. El objetivo era conseguir una clara situación de gol, donde uno de los atacantes tirara a portería sin oposición defensiva. Se trabajaron los conceptos de fijación, pase y lanzamiento a portería, con una pequeña toma de decisión, que realmente está forzada por las reglas del propio ejercicio.

El mayor de los obstáculos estuvo en el movimiento de regreso, es decir, conseguían atacar y pasar el balón pero no regresaban a una posición adecuada para recibir de nuevo un pase y entrar en carrera. De forma que marcamos una línea que sólo podían sobrepasar si habían recibido el balón, así se les forzaba a recuperar la posición detrás de la línea cada vez que querían volver a recibir para atacar.


Variante: 1.Ampliar un poco más la zona de ataque y que los atacantes pudieran botar. Las premisas seguían siendo las mismas, si el atacante que posee el balón es tocado debe pasar, pero ahora el defensor también podía robar el pase o incluso el bote. 2. Cuando dominan este ejercicio y el avance es notable, se pone un lanzador fijo, es decir, sólo uno de los dos atacantes puede lanzar a portería. El defensor no lo sabrá y los atacantes irán cambiando los roles cada 2-3 acciones. El objetivo aquí será conseguir no sólo una situación favorable para lanzar sino que, claramente, uno tendrá el rol de fijar y pasar y, el otro, de desmarcarse y recibir el balón en una situación óptima para lanzar sin oposición.


Finalmente, realizamos un partido en el campo de “mini balonmano” con el objetivo de aplicar todo lo entrenado: desplazamientos defensivos, robos de pase o bote, transporte de balón, fijación + pase y elección de lanzamiento sin oposición.


è Algo que nos pareció interesante era seguir con el trabajo previo de agarre de balón a lo largo de la sesión, por lo que en “tiempos muertos” como cuando iban a beber agua y no volvían todos al mismo tiempo, los que iban llegando, cogían un balón y seguían lanzándolo hacia arriba y realizando las variantes que presentamos anteriormente. Cuando todos habían llegado, seguíamos con el ejercicio de agarre 1 o 2 minutos más y, rápidamente, explicábamos el próximo ejercicio de trabajo.

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